Este es el inicio del blog.



Será un mural para publicar temas, algunos interesantes y otros no tanto, divertidos. Si deseas que aquí se trate algún tema en particular exponlo, haz un comentario.



Me gusta la idea, de que sea abiertamente

participativo.



miércoles, 16 de mayo de 2012

SQM Jornada en Vilassar de mar (Barcelona)


Conocer y prevenir las enfermedades 
relacionadas con el medioambiente.

Importante:

las personas que asistan no utilicen perfumes, 

ni loción para después del afeitado, 

desodorantes, ni cremas ese día, teléfonos 

móviles apagados por completo.

                           Se ruega no olvidar esto.

Para permitir que la jornada trascurra 

permitiendo la asistencia a la acto de los

 afectados que puedan ese día asistir. Estos 

productos dañarían seriamente su salud.

También ver:




Los pájaros que quieren salir de la mina


Publicado por Miguel Jara el 10 de mayo de 2012

He estado dos días en Barcelona, entre otras cosas, para entrevistar a la científica Magda Havas, a la que llevó la compañía Radytec para que impartiera una serie de conferencias sobre la denominada “electricidad sucia” y su influencia en la salud. Quiero contaros sobre estos días pero hoy anuncio otro evento también a celebrarse muy cerca de la Ciudad Condal +info

El Parlamento Europeo votará el reconocimiento de las enfermedades ambientales


Publicado por Miguel Jara el 4 de mayo de 2012

El próximo mes de junio se votará en el Parlamento Europeo una Declaración que pide la inclusión en laClasificación Internacional de Enfermedades (CIE) de la Hipersensibilidad a los Campos Electromagnéticos (EHS) más conocida como electrosensibilidad y de la Sensibilidad Química Múltiple(SQM) +info

La sanidad frente a las enfermedades ambientales


Publicado por Miguel Jara el 18 de abril de 2012

A principios de mes os contaba que el 9 de mayo estaré en Barcelona con Magda Havas, la epidemióloga canadiense especialista en dirty electricityelectricidad sucia. Lo cierto es que esa va ser una especie deSemana de la Contaminación Electromagnética que nadie interesado en este tema, aunque sea para intentar desacreditarlo o ignorarlo, debería perderse +info

La Justicia se posiciona con las enfermas de Sensibilidad Química Múltiple


Publicado por Miguel Jara el 28 de marzo de 2012

Hace unos días la enferma de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y activista por los derechos de ese colectivoPilar Remiro, nos contaba que la Seguridad Social le ha reconocido expresamente la SQM y le concede laincapacidad permanente. Ahora ella misma me alerta de que un juez ha dado la razón a otra afectad +info

La incapacidad permanente justa por los Síndromes de Sensibilización Central


Publicado por Miguel Jara el 20 de marzo de 2012

Me escribe con buenas noticias la enferma de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y activista por los derechos de ese colectivo Pilar Remiro, colaboradora de este blog. La Seguridad Social le ha reconocido expresamente la SQM y le concede la incapacidad permanente, al menos durante dos años +info

sábado, 4 de febrero de 2012

Por qué la mantequilla ya no se pone rancia

ROSA MONTERO MANERAS DE VIVIR
ROSA MONTERO 29/05/2011



Probablemente habrás visto en algún capítulo de la serie House cómo el insoportable doctor envía a sus ayudantes al domicilio de uno de sus pacientes, para intentar localizar allí el veneno químico que ha podido provocar su rara enfermedad. Pues bien, la noticia inquietante es que esas dolencias en realidad no son tan raras. Hace unas semanas, mientras firmaba en Sant Jordi en Barcelona, se me acercaron dos chicas con una mascarilla sanitaria cubriéndoles nariz y boca. Impresionaban bastante, porque además estaban delgadas y no tenían un aspecto muy saludable. Venían buscando ayuda para su lucha, que es la reivindicación de la importancia de unas enfermedades a las que la sociedad hace muy poco caso: los trastornos de sensibilización central, que son la fibromialgia (FM), el síndrome de fatiga crónica (SFC), la sensibilidad química múltiple (SQM) y la electrohipersensibilidad (EHS). Son achaques complejos, con un centenar de síntomas diversos que pueden darse a la vez o sólo unos cuantos, con mayor o menor intensidad, pero que en ocasiones llegan a ser totalmente inhabilitantes. Cefaleas, agudos dolores articulares, broncoespasmos, dificultades para respirar, arritmias, alteraciones en el hígado, problemas gastrointestinales, fatiga insuperable, visión borrosa… Esto es solo un pequeño aperitivo de los problemas que estos enfermos padecen.
Y lo más terrible es que, durante muchos años, han sido considerados unos quejicas, unos neuróticos, unos hipocondriacos, gente, en fin, que no tenía nada, aparte de una cabeza alborotada y delirante. Suele suceder que, cuando los médicos desconocen el mal al que se enfrentan, los enfermos terminen siendo culpabilizados por sus síntomas, como si sus padecimientos fueran responsabilidad suya. Y desde luego, muchos de esos pacientes han terminado desquiciados, porque debe de ser enloquecedor sentir, primero, que tu cuerpo se declara en rebeldía; que de repente, sin saber por qué y sin que ningún doctor parezca entenderlo, todo empieza a dejar de funcionar; y que, y esto es lo peor, nadie te toma en serio a pesar de estar sumido en ese tormento físico. Estos enfermos llevan décadas intentando que la Seguridad Social reconozca su estado y que, en las situaciones inhabilitantes, se les conceda la incapacidad. Es un combate más que han de librar todos los días. Un muro de incomprensión y desconfianza contra el que estamparse.
Por lo menos, y después de mucho batallar, la fibromialgia y la fatiga crónica ya han sido reconocidas como enfermedades en la clasificación internacional de la OMS, y poco a poco la clase médica y la sociedad van comprendiendo que, en efecto, son terribles dolencias reales y no invenciones de espíritus histéricos. Pero la sensibilidad química y la electrohipersensibilidad todavía son consideradas como meros trastornos, con todo lo que ello conlleva de falta de ayuda médica y social. Esta lentitud en reconocer las dolencias no es nueva; ya ha sucedido con anterioridad con otras enfermedades, como el lupus o la esclerosis, que hoy nadie pone en cuestionamiento, pero cuyos síntomas tampoco se entendieron en otros tiempos.
Piensan además estos enfermos, y no debe de faltarles la razón, que en la sociedad hay fuerzas poderosas que intentan minimizar sus reclamaciones, y con ello se refieren a las grandes compañías químicas. Porque este tipo de enfermedades, de incidencia claramente creciente, se deben a nuestra forma de vida; a la contaminación ambiental, a la exposición cotidiana a productos químicos, que se multiplica día tras día. Recuerdo que hace 25 años, en Estados Unidos, me asombraba ver que allí la mantequilla no se ponía nunca rancia, cosa que consideraba aberrante, porque estaba acostumbrada a que la mantequilla se enranciara naturalmente al contacto con el aire. Bien, eso hoy ya lo hemos perdido: la mantequilla española ya no se pone rancia. Al coste, desde luego, de ingerir quién sabe qué cantidad de conservantes.
Es un detalle minúsculo, pero revelador. Vivimos vidas cada día más artificiales y los productos tóxicos nos rodean por todas partes. Algunos expertos sostienen que la incidencia de estas dolencias de sensibilización central está entre el 1 y el 5 por mil. Y es de temer que las cifras no hagan sino aumentar. Son enfermedades que, en sus casos más graves, te anulan, te invalidan, te encierran en tu casa de por vida. Digamos que son enfermos cómodos para el sistema, porque son invisibles. Y sin embargo, pese al coste que tiene para ellos echarse a la calle a protestar, lo están haciendo. Con su dolor, su agotamiento, su asfixia y sus mascarillas a cuestas. Quizá los hayas visto: el pasado 7 de mayo hicieron una concentración de protesta en Madrid. No los olvides.

www.rosa-montero.com / www.facebook.com/escritorarosamontero
Fuente:http://www.elpais.com/articulo/portada/mantequilla/pone/rancia/elpepusoceps/20110529elpepspor_18/Tes

Parir no rima con extracción

Publicado por Miguel Jara el 3 de enero de 2012

La última vez que estuve en un hospital fue ayer. Mi segundo sobrinito, Daniel, había nacido pasadas las doce de la noche del día anterior, día 1 de 2012. Todo bien, gracias +info

Las puertas que se abren para los enfermos ambientales

Publicado por Miguel Jara el 20 de diciembre de 2011
Hace casi dos años el director del programa Carne cruda de Radio3 (RNE), Javier Gallego, consiguió arrancar el compromiso del entonces secretario general de Sanidad y hombre fuerte del Ministerio de Sanidad en la era ZP,José Martínez Olmos, para crear un equipo que estudiase el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple(SSQM) y la atención a quienes la padecen +info

Sensibilidad Química Múltiple=Arresto domiciliario por enfermedad.

Aunque no está reconocida oficialmente como enfermedad, lasensibilidad química múltiple (SQM) es un trastorno que provoca respuestasfisiológicas anómalas ante cualquier producto químico presente en el ambiente ytolerado por el resto de la población. La SQM supone el aislamiento de los pacientes, ungasto económico desmesurado y muchas veces, la incomprensión del resto de lasociedad.
Un simple champú, el detergente que limpia nuestra ropa, muchosmedicamentos y alimentos o las ondas electromagnéticas que irradian latelevisión y el teléfono son algunas de las cosas que para los enfermos desensibilidad química múltiple son intolerables.

El contacto con productos tan cuotidianos como los citados lespuede producir dolor pectoral, dermatitis, problemas gastrointestinales, dolormuscular y articular, fatiga extrema, migrañas, alteraciones en el hígado, enel sistema inmune y nervioso. Y un largo etcétera.

La Sensibilidad Química es unaenfermedad invalidante, que impide trabajar y hacer una vida normal. Los que lapadecen no pueden entrar en ningún espacio público sin que les afecte, lescondena a vivir en una burbuja.

¿Imaginan vivir así? “Es como si el mundo te agrediera”, declara una paciente.

Según opinan enfermos y expertos, la sociedad no es del todo consciente a estaproblemática. Cuesta de entender y muchas veces se atribuye a causaspsiquiátricas. “Si piensas que te hará daño, te lo hará. Sal y diviértete” o“Es que estás deprimida, aunque creas que no”…son algunas de las muletillas quetienen que escuchar a diario.

Además, la SQMsuele venir acompañada de otras patologías asociadas como la fibromialgia o elsíndrome la fatiga crónica, otras enfermedades que tampoco han recibidoreconocidas.

El caso de Maria Jose Moya. La fortaleza de Estrella de Mar

“Con tener lo justo para vivir con un desahogo modesto me essuficiente. Me siento bien conmigo misma y voy aceptando cómo me viene la vida.Tal y como va el mundo, el simple hecho de haber nacido en su cara afortunada ytener capacidad de juicio y crítica personal sobre lo que me rodea me hacesentir afortunada”.

Maria Jose Moya Villén

Maria Jose Moya Villén es madrileña, del castizo barrio deLavapiés. No obstante, hace seis años que no pasea por su barrio. Hace seisaños que vive en un búnker antitóxico y generalmente sola. Para estar junto aella se debe seguir un estricto protocolo (no llevar químicos, utilizar ropalavada de manera adecuada…) para no afectar a su salud.

“Nadie se puede imaginar la dinámica de locura en la que estapatología te obliga a entrar. La situación es agotadora y te cambia a todos los niveles”, declara Maria José.

Sufre sensibilidad química múltiple en grado grave y lasenfermedades asociadas (síndrome de fatiga crónica, electrosensibilidad yfibromialgia) desde el diagnostico en 2005.

Sin apenas posibilidad de tomar medicación analgésica alguna, Maria José se veobligada a vivir en una “constante alerta química” para evitar los síntomas quele produce la enfermedad.

A pesar de todas las precauciones para evitar el contacto conlos químicos del ambiente, lleva una aparatosa mascarilla durante gran partedel día, su salud es muy débil y algo tan cuotidiano como conectarse a Internetla deja exhausta durante días.

Arruinados por diagnóstico

Sufrir sensibilidad química múltiple es, además del sufrimiento que conlleva,una condena económica para el que la padece. Los purificadores, las reformas enel mobiliario, los alimentos ecológicos, los productos especiales y sobre todo,no poder trabajar, llevan a los pacientes a una dependencia económica.

Las penurias económicas no hacen más que agravar el problema. Yes que, las ayudas son irrisorias. Y no al no estar apenas reconocida, la SQM no se tramita como unabaja laboral.

Maria Jose trabajaba como documentalista en una institución quetenía el archivo en un parking, con humos, mala ventilación y constantesfumigaciones. Su caso debería haberse catalogado de accidente laboral parapoder cobrar una pensión por incapacidad.

“Quiero ser una enferma en las mismas condiciones que cualquierenfermo”

Y es que, al igual que los enfermos de fibromialgia, los de sensibilidadquímica múltiple llevan una lucha constante para que su enfermedad deje de serinvisible.

“Si no se nos quiere reconocer, simplemente no existimos para la Administración, enningún área. Es el desprecio absoluto hacie el enfermo no reconocerle derechoalguno.

Pero, ¿que NO se nos reconozca significa que NO existamos? ¿No querer vernos esla “solución” al problema?

Esta invisibilidad también afecta a la investigación que selleva a cabo para conocer y combatir esta enfermedad. “Hay pocas posibilidadesde que se difunda y promueva, incluyéndola en planes de estudio universitarios,exámenes, concursos públicos, subvenciones y demás incentivos. Tampoco de quelos investigadores interesados, puedan solicitar ayuda económica”, declaraMaria José.

Estrella de mar, una ventana al mundo. Un blog lleno deesperanza

Estrella de mar esun blog pionero en información sobre SQM. Maria Jose le dedica todo su tiempo yha conseguido que sea un referente tanto para pacientes como para profesionalesde la salud.

Estrella de mar es la ventana al mundo de Maria José. Unaherramienta de salud 2.0 que, junto con la colaboración de profesionales comoel Dr. Solà, del Hospital Clínic de Barcelona, informa sobre remedios parasobrellevar la sensibilidad química e información, tanto de carácter científicomédico como de carácter jurídico.

Pero sobre todo, es la forma que tiene Maria José de comunicarsecon aquellos que la siguen, de reivindicar e intentar que la enfermedad seacada vez más visible y de ayudar, en la medidad de lo posible, a aquellos quetambién la padecen.

Link:

http://ideasensalud.com/Sensibilidadquímica múltiple: arresto
domiciliario por enfermedad